En el sector de comercio y retail, la ciberseguridad es crucial para proteger tanto la información personal y financiera de los clientes como la integridad de los sistemas de ventas y transacciones.
Entre los riesgos cibernéticos que enfrenta este sector se encuentran los ataques de ransomware, que pueden bloquear el acceso a sistemas de ventas y operativos; el robo de datos de tarjetas de crédito y otra información de pago durante transacciones en línea; y el fraude digital, como la suplantación de identidad o el uso indebido de cuentas de clientes.
El impacto de estos riesgos es considerable: las organizaciones que sufren ciberataques pueden enfrentar pérdidas financieras, daño a su reputación y pérdida de la confianza del cliente.
Las interrupciones en los sistemas de pago o en la infraestructura de venta pueden llevar a una baja en las ventas, mientras que las brechas de seguridad que exponen datos personales o financieros de los clientes pueden tener consecuencias legales y regulatorias.
Implementar niveles de seguridad adecuados en herramientas, procesos y protocolos permite a los comercios reducir estos riesgos, proteger los datos sensibles y asegurar que cada transacción se realice en un entorno confiable, fortaleciendo la relación con sus clientes y manteniendo la competitividad en el mercado.